Este proceso de tratamiento de agua es una técnica de separación de membrana cuya fuerza motriz es un gradiente de presión. Su interés radica en el hecho de que algunas moléculas (10-6 a 10-7m) y algunos iones se detienen, mientras que las moléculas del solvente pasan. Las energías involucradas son mayores que las de procesos con objetivos similares.
Esta técnica permite obtener un disolvente puro y concentrarse en el ion, de ahí su uso en campos aplicados, como la desalación de agua de mar, el ablandamiento o el tratamiento de aguas que contienen metales.